RIO TINTO Y LOS EXTREMÓFILOS.

Un descubrimiento inesperado.

En los años cuarenta del siglo pasado, en algunas minas, como las del río Tinto, deadvirtió una oxidación mayor de la que cabía esperar en la maquinaria allí utilizada.Ante este problema se contrataron a microbiólogos para que hallaran el problema.El descubrimiento fue bastante sorprendente: microorganismo que soportaban unascondiciones que se creían inhabitables eran los que estaban acelerando el proceso deoxidación de la maquinaria.Al darse cuenta que los límites de la vida no eran tan cerrados, los científicos de todo elmundo empezaron a buscar vida en lugares inhóspitos. Y encontraron muchas formas devida, conjunto que llamaron extremófilos (amigo de lo extremo).

¿Qué es un extremófilo?

Un extremófilo, es un microorganismo que vive en condiciones extremas, entendiéndose por tales aquellas que son muy diferentes a las que viven la mayoría de las formas de vida en la Tierra.

Hasta hace poco tiempo se pensaba que en los lugares donde crecen los extremófilos era imposible que hubiera vida. Por ejemplo, en las aguas enormemente ácidas del río Tinto; muchas pertenecen al dominio Archaea, (un tipo de microorganismo).En el ecosistema de río Tinto se puede encontrar a ejemplares como esta Euglena mutabilis

Los extremófilos suelen ser procariotas como las bacterias, que son los seres con vida independiente más simples, pero también pueden ser eucariotas.

Variedad increíble

Hay extremófilos para casi cualquier situación adversa del entorno: los acidófilosson aquellos que viven en entornos altamente ácidos, mientras que los alcalófilosson los que viven en lugares con un alto pH. También los hay que soportangrandes concentraciones de sal, altas presiones o temperaturas extremas (tantoaltas como bajas), como los termófilos.

¿El origen de la vida?

Sería extraño encontrar extremófilos que aguanten altas radiaciones, ya quela atmósfera protege a todo el planeta de las radiaciones solares. Pero hay querecordar que la atmósfera que hoy conocemos no es la misma que la que habíahace millones de años. Por eso, al encontrar extremófilos que sí aguantan lasradiaciones (aunque no se den estas de forma natural en nuestro planeta),se suscita la pregunta de si la vida comenzó con lo que hoy conocemos comoextremófilos, que se fueron acostumbrando a lugares menos duros, o si fueal revés. Pero, volviendo a pensar que la Tierra no era entonces como hoy laconocemos, probablemente fueron los extremófilos los que se fueron adaptando aentornos más aptos para la vida.

Las condiciones de Marte en el río Tinto

El río Tinto es un río con 90 km de recorrido, en el que se han desarrollado unconjunto de organismos que oxidan el sulfuro de hierro por el que circula el río,generando altas concentraciones de ácido sulfúrico y por otro lado liberandohierro al medio. Con esto se consigue el resultado final: un río rojo con un pHentorno a dos, aunque hay lugares del río que son prácticamente sulfúricoconcentrado. Este hábitat es natural, generado por los microorganismos quehabitan en él. Pese al pH tan bajo y a la alta concentración de hierro, en elrío Tinto se ha encontrado una biodiversidad tan alta como en cualquier otroecosistema.
Estas condiciones se asemejan a las de Marte, ya que en este planeta se hanhallado vestigios de agua. Resulta muy interesante el estudio del Tinto por estasemejanza de condiciones, lo que podría pasar también con las formas de vida:que halla vida en Marte (aunque sea tan simple como la de los extremófilos)

Rio Tinto
De los muchos extremófilos que ya se han descubierto nos vamos a centrar en una clase en especial para este reportaje: los acidófilos, o “amantes del ácido”. Y de los muchos lugares en los que estos amantes de los entornos ácidos pueden vivir nos fijaremos en uno en particular: el río Tinto.
El río Tinto se encuentra en Huelva, en el suroeste de España, y debe su nombre al color rojizo de sus aguas. Éstas están contaminadas con toda clase de metales y compuestos metálicos procedentes de un entorno rico en minerales, en especial hierro a una concentración de unos 20 g/l. Además su pH está entre 1,7 y 2,5 (cuanto más bajo es el pH más acidez se tiene, el pH neutro es pH=7), principalmente debido a la presencia de ácido sulfúrico. Es decir, es un entorno muy ácido y tóxico.
Los minerales de la región que “contaminan” el río Tinto se formaron en el fondo del mar hace entre 300 millones y 350 millones de años, en el Carbonífero, gracias a la actividad hidrotermal. Constituyen uno de los mayores depósitos piríticos del mundo.
El entorno del río Tinto se ha explotado para extraer minerales desde que hace unos 5000 años comenzaran a hacerlo tartesos e íberos. La explotación la continuaron fenicios y posteriormente los romanos, que acuñaron monedas con el oro y la plata procedente de allí.
Los análisis preliminares, para sorpresa de muchos, en lugar de confirmar que el río estaba totalmente muerto, arrojaron que las aguas rebosaban de formas de vida extrañas. Así por ejemplo Acidithiobacillis ferrooxidan vivía de la oxidación del hierro contenido en las aguas. Pero la comunidad microbiana era mucho más compleja que eso, había tanto procariotas como eucariotas, y tanto productores primarios como consumidores.
Este ecosistema no soporta formas de vida pluricelular compleja, pero los eucariotas unicelulares son abundantes y muy diversos.

Los seres del río Tinto contradicen, por tanto, la teoría que afirma que los ambientes extremos deben estar dominados por eubacteria y arqueas, pues la presencia de eucariotas es, en este caso, muy importante.

Bibliografía:

http://es.wikipedia.org/wiki/Extrem%C3%B3filo

http://www.parquemineroderiotinto.com/archivo.html

http://profes.net/

~ por nachosaiz en 4 noviembre 2010.

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